Floraciones Algales Nocivas (FAN), un Fenómeno Natural Presente en Nuestras Costas.

Las denominadas “mareas rojas” , también llamadas Floraciones Algales Nocivas (FAN) son fenómenos ambientales naturales que se dan en ambientes acuáticos, por la proliferación excesiva y en corto tiempo de ciertas especies de microalgas (principalmente dinoflagelados) que, dado los pigmentos que las componen, logran darle una “coloración” característica al agua, al estar presentes en miles o millones de células por milímetro cúbico. Pero partamos por aclarar el concepto: no son mareas ni tampoco todas son rojas. Lo primero puede explicarse aclarando que la marea consiste en un cambio periódico del nivel del mar dado por las fuerzas gravitacionales ejercidas entre el sol, la luna y la tierra: como las floraciones microalgales forman grandes masas en el medio marítimo que se “mueven” junto a la marea, es entendible el porqué de este nombre. Lo segundo puede entenderse en función de la coloración del pigmento fotosintético que posee la microalga. En virtud de la composición química del mismo, el color que adopta el agua por las concentraciones extremadamente altas de microalgas puede ser rojizo, verde e incluso incoloro.
Su aparición está dada, como mencionamos, por diversos factores ambientales. Generalmente se dan en verano por las condiciones climáticas imperantes en esa época del año: aumento de la temperatura del agua, más horas de luz solar y mayor radiación de la misma, etc.
Tomando como punto de partida, entonces, lo que conocemos acerca de la naturaleza de las FAN y de las toxinas que producen, y teniendo claro que imponen un grave riesgo a la salud humana y a la industria en general, se hace necesario intentar monitorear de forma constante estos fenómenos, a fin de poder tomar cursos de acción perentorios al momento de su aparición. Recordemos que, al ser fenómenos de carácter natural, su aparición está dada por causas naturales que no podemos controlar: por lo tanto, se debe mantener un plan vigilancia activa en el tiempo para lograr determinar su aparición y circunscribirlo a una zona geográfica acotada.

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Microfotografía de Alexandriun catenella, microalga tóxica responsable en Chile del Veneno Paralizante de los Mariscos. (fuente: Daniel Carrasco)

MICROALGAS TÓXICAS

Los moluscos bivalvos, como todos los organismos vivos, necesitan de alimento para subsistir. Este alimento está compuesto por microalgas (fitoplancton), que son organismos vegetales microscópicos, que realizan fotosíntesis y están presentes de forma natural en el medio acuático. Algunas microalgas tienen la capacidad de “florecer”, esto significa que bajo ciertas condiciones ambientales, tienen la capacidad de reproducirse y aumentar rápidamente su número en un lugar determinado. Estos fenómenos son denominados “floraciones algales”.

Las microalgas, en general no revisten riesgo alguno para la salud humana. Sin embargo, en algunos casos, las floraciones algales se pueden considerar como nocivas, cuando provocan daños en la salud o en la actividad pesquera. Dentro de las floraciones algales nocivas (FAN) o mareas rojas, algunas son provocadas por especies de microalgas capaces de producir compuestos tóxicos o toxinas marinas que tienen finalmente un efecto dañino para las personas.

En el medio ambiente acuático, conviven distintas especies de microalgas, que son el alimento natural de los moluscos bivalvos. Al ocurrir una floración algal, aparecen grandes cantidades de microalgas, de ciertas especies específicas (que veremos en su momento) que el molusco consume. El molusco no hace distinción entre unas y otras, y puede consumir tanto las microalgas que producen toxinas, tanto las que no. Esto da pie a que se “concentre” la toxina en el cuerpo de los moluscos. Para entender mejor este proceso, revisemos el siguiente esquema:

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Recordemos que las microalgas están presentes en cantidades inmensas en el medio acuático, del orden de muchos miles por centímetro cúbico. Para entender mejor este concepto, revisemos la siguiente analogía: supongamos que  tenemos una piscina olímpica y el volumen de ésta es de un centímetro cúbico de agua. Si la llenásemos con balones de fútbol (obviamente sacando el agua que éstos desplacen) tendríamos alrededor de 60.000 pelotas dentro de la piscina. Ésta es aproximadamente la relación de cantidad de individuos por unidad de volumen que se da en las floraciones algales nocivas (FAN), o mareas rojas. Teniendo este alto número como dato, podemos deducir que los moluscos, cuando hay floraciones algales nocivas, consumen cantidades masivas de microalgas tóxicas. Volvamos a la imagen anterior, simplificando el número de microalgas que un chorito puede consumir en un determinado lapso de tiempo. Supongamos que ingiere ocho microalgas (algo que está muy alejado de la realidad, pero vale para este ejemplo), introduciendo a su sistema ocho unidades de toxina. Si tenemos otros tres choritos, y todos consumieron la misma cantidad de microalgas tenemos la siguiente situación:

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Donde cada individuo posee ahora ocho “unidades” de toxina en su cuerpo. Si consideramos que el chorito continua alimentándose, con el paso del tiempo ésta irá acumulando grandes cantidades de toxinas en su cuerpo.

Si bien, esta alta concentración de toxinas es inofensiva para los moluscos bivalvos, no es así para las personas que los consuman. Veremos más adelante cuáles son las principales microalgas presentes en las floraciones algales nocivas de nuestro territorio, sus efectos en la salud de las personas y cuáles son las toxinas que éstas producen.

Si continuamos con este ejemplo gráfico, podemos agregar una persona que consumirá estos cuatro choritos; veremos qué pasa con la toxina entonces:

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Como podemos observar, la toxina pasa al ser humano que, al consumir algunos choritos, que a su vez consumieron millones de microalgas, se “envenena” con altas concentraciones de toxina.

En Chile existen tres tipos de “venenos” asociadas a las floraciones algales nocivas, que se denominan según los efectos que producen estas toxinas en los seres humanos:

 

  • Veneno Paralizante de los Mariscos (VPM).
  • Veneno Diarreico de los Mariscos (VDM) o grupo de Toxinas Lipofílicas.
  • Veneno Amnésico de los Mariscos (VAM).

 


Veneno Paralizante de los Mariscos (VPM).

 

En Chile el VPM es producido por una microalga de la familia de los dinoflagelados llamada Alexandrium catenella.  Esta microalga se distribuye en la zona sur de Chile  y produce una toxina denominada Saxitoxina (STX). Esta toxina, en los seres humanos, mamíferos y otros animales, es capaz de bloquear la transmisión de los impulsos nerviosos, produciendo una parálisis muscular, que puede llevar a la muerte.

 

 Veneno Diarreico de los Mariscos (VDM).

 

El VDM es producido en Chile por microalgas del Género Dynophysis. Este veneno provoca graves cuadros de diarreas en los seres humanos. Se reconocen varias toxinas dentro de este grupo, llamadas toxinas lipofílicas, entre ellas el ácido Okadaico (AO), las Dinophysis toxinas (DTX), Pectenotoxinas (PTX), Yessotoxinas y Azaspirácidos. En nuestro país se han detectado en la zona Norte y Sur.

 

 

Veneno Amnésico de los Mariscos (VAM).

 

El VAM es producida por la microalga de la familia de las diatomeas, del Género Pseudonitzschia. Esta microalga produce la toxina denominada Ácido domoico, que puede provocar la pérdida temporal o permanente de la memoria (amnesia) en los seres humanos. En Chile se ha detectado en la zona norte y sur, sin embargo no existen registros de personas intoxicadas por este veneno,

 

 

En la tabla siguiente se resumen las principales características de los venenos mencionados:

 

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Cabe destacar que las toxinas concentradas en los mariscos son resistentes a la cualquier tipo de proceso, como la cocción, ya que la molécula química que compone la toxina es termo resistente, es decir, resistente a altas temperaturas. No importa cuánto cocinemos a los individuos que estén contaminados por toxinas, éstas nunca se destruirán con la temperatura. Diferente es el caso por contaminación microbiológica (Vibrio parahaemolyticus, por ejemplo) que sí se elimina por cocción.

 

Otro mito muy arraigado en la cultura popular es el uso de jugo de limón como una forma de “cocción”. En el caso de la toxina paralizante, el jugo de limón sólo aumenta la toxicidad en los mariscos contaminados, debido a las características químicas de esta toxina.

 

Cuando existen floraciones algales nocivas en un lugar determinado la Autoridad Sanitaria toma la decisión de prohibir la extracción, comercialización y consumo de los mariscos provenientes de las zonas afectadas. Estas vedas sanitarias provocan efectos negativos en la industria acuícola y pesquera, lo que también tiene efectos negativos en la sociedad, debido a los impactos económicos que se derivan de éstas. Por otro lado, las FAN pueden provocar graves daños en la salud de las personas si no se toman las medidas de prevención e información adecuada de la población.

 

Para proteger la salud de las personas  y la actividad acuícola-pesquera es vital establecer programas de vigilancia de estos fenómenos, tanto a nivel de las aguas monitoreando las especies de microalgas presentes en el ambiente marino, como también en la producción de mariscos destinados a consumo humano, de manera de asegurar así la inocuidad de los alimentos de origen marino.

 

Referencia:

Universidad de Chile, 2013. Proyecto FONDEF D08I1197 “Ciberespacios para Fortalecer el Aprendizaje de las Ciencias Básicas en  la Enseñanza Media Técnico Profesional”